En un enfrentamiento cargado de emociones en Mestalla, Vinícius Junior se convirtió en el héroe del Real Madrid al evitar la derrota ante un Valencia que se adelantó con goles de Hugo Duro y Roman Yaremchuk. El joven brasileño, con un doblete espectacular en los minutos 50 y 76, rescató un punto para su equipo en un partido que dejó a la afición con el corazón en la mano.
El ambiente tenso en Mestalla se hizo evidente desde el principio, con la afición valencianista expresando su descontento hacia el máximo accionista del club, Peter Lim. Además, Vinícius, quien regresaba al estadio nueve meses después de incidentes racistas, fue recibido con abucheos y pitidos, añadiendo un componente emotivo al encuentro.
El partido inició con un sentido homenaje a los afectados por el incendio en Campanar, y desde el principio, se vislumbró un duelo intenso. A pesar de las constantes interrupciones por faltas, el Real Madrid tomó el control del balón, pero el Valencia se defendía con solidez. Errores defensivos permitieron que Hugo Duro y Yaremchuk pusieran al Valencia en ventaja.
Vinícius, protagonista indiscutible, acortó distancias con un gol al borde del descanso, celebrando de manera desafiante y reivindicando la lucha contra el racismo. En la segunda mitad, el Real Madrid continuó presionando, y Vinícius, con un cabezazo certero, igualó el marcador.
El partido estuvo lleno de emociones hasta el final, con una lesión preocupante de Diakhaby, un penalti anulado para el Valencia por el VAR y la polémica decisión del árbitro Jesús Gil Manzano de anular un gol del Real Madrid en la última jugada, indicando que ya había pitado el final del encuentro. El empate dejó un sabor agridulce para ambos equipos, y la controversia continuará siendo tema de debate en los días siguientes.